jueves, 29 de octubre de 2015

LA RADIODIFUSIÓN CHILENA SIGLO 21

Hoy en día (año 2006), según la Subsecretaría de Telecomunicaciones, existen 1780 radioemisoras inscritas, cifra que incluye transmisiones en bandas AM y FM de corte comercial y/o mínima cobertura (de 1watt de potencia y carácter comunitario, surgidas bajo la Ley General de Telecomunicaciones de 1994 y lideradas por Alberto Cancino), así como también de o­nda corta. La mayor parte de las frecuencias mainstream pertenecen a conglomerados extranjeros de gran poder económico, como Iberoamerican Holding (propietarios de Rock & Pop, Imagina, Concierto, Futuro, Corazón, FM Hit, FM Dos y Pudahuel) y CRC (dueños de 40 principales, W, Activa y Bésame). Más los capitales nacionales tienen su contrapartida, como el grupo Bezanilla (que alberga a las emisoras Tiempo, Infinita y Romántica), y Julián García (quien ostenta los títulos de radios Horizonte y Oasis).

Pero además de la masificación y consolidación de la radiofonía, los noventa harían su mayor contribución otorgando omnipresencia e igualdad de condiciones a través de Internet. Así, comunitarias, multinacionales y hasta incluso proyectos completamente virtuales convergen de igual a igual en el cyber espacio. Precisamente de éstas últimas existen sólo alrededor de quince en territorio chileno (frente a tres mil en Estados Unidos), destacándose entre ellas “La Radioneta”… Y es que la web radio -como se le ha bautizado- crece pausada pero progresivamente, esbozando el camino de la que será la más grande de las revoluciones comunicacionales de la historia: la radio basada en tecnología digital y satelital, una radio integrada, interdependiente y a la vez globalizada, capaz de transmitir voz, imágenes y datos simultáneamente, sonido libre de ruidos y recepción de transmisión sin necesidad de conectividad a la Red, desde cualquier punto del país.
 
Así con todo, la radio ha sido y es columna vertebral de la comunicación, actor fundamental en la atención de emergencias y pieza fundamental en la configuración de mercados musicales; y es que para las bandas y artistas, a pesar del escaso apoyo actual a la música y cultura nacional -un magro 15.2%, muy por abajo del promedio en Europa o el mismo Chile en los 40- la radio es la principal herramienta de difusión y llegada al público, mientras que para el ciudadano común significa su mayor medio de información y entretención. Pero para fortuna de todos, el futuro radiofónico significará mucha más información, mucha más calidad, mucha más diversidad y servicios que nunca antes pudiesen siquiera haber imaginado.
 
En Curanilahue, la radioemisora pionera en su integración a la transmisión en internet fue la desaparecida Radio Proyección FM.
 
Larga vida a la radio.

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