Por Francisco Flores Olave
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Robertito |
Vivía junto dos personas de la tercera edad; a él le decían Don
Chindo y a su esposa Doña Hortencia, nunca supe sus nombres completos.
Siempre dijo que su nombre era Roberto Salinas Pinochet y se le conocía
como Roberto "motoneta" porque se desplazaba por el centro de la
calzada imitando el sonido de una motoneta; también se le nombraba como
"Robertito", y era un personaje muy especial en el paisaje
cultural de Cañete.
Le gustaba la locución y por lo mismo caminaba por las calles repitiendo los avisos publicitarios que aprendía de la emisora local, y entiendo que por esta habilidad algunos comerciantes de las "grandes" tiendas de la ciudad le retribuían con mercadería.
Robertito estaba consciente que sufría un sindrome que afectaba su cerebro y que este no funcionaba bien; hoy puedo asegurar que padecía Sindrome Down; y como reconocía que su cerebro tenía un problema quería ganar la Polla Gol para viajar hasta Santiago a operarse.
También en una oportunidad del año 1978 me confidenció que su mayor anhelo era; aparte de operarse, instalar una emisora que pudiera transmitir en todo el territorio nacional.
Le hice ver que no era posible dada la tecnología existente y que una vez llegada la señal hasta su límite establecido no podría extenderse mas...entonces me quedó mirando y me dijo: Pero, Pancho se coloca otra antena que lleve el sonido (señal) hasta otra antena y así... quedé asombrado por la idea ya que era algo totalmente desconocido hasta ese momento.
Meses mas tarde cuando llegué a Santiago las emisoras en Frecuencia Modulada estaban naciendo y la calidad de sonido estaba quitando audiencia a las de Amplitud Modulada.
Alrededor de 10 o 15 años mas tarde estas emisoras comenzaron a extender de forma directa sus transmisiones por todos el país; y su método fue precisamente el que Robertito me dijo que quería instalar en Cañete; las antenas repetidoras.
Con la visión de la vida que me dan los años he llegado a pensar que hay seres celestiales con una inteligencia tan grande y superior que Dios los envía a la Tierra con algún Sindrome para que no desafíen las leyes y el orden que rigen el Universo que fueron establecidas por El en el nacimiento de los tiempos.
Grande Robertito y su inteligencia divina.
Le gustaba la locución y por lo mismo caminaba por las calles repitiendo los avisos publicitarios que aprendía de la emisora local, y entiendo que por esta habilidad algunos comerciantes de las "grandes" tiendas de la ciudad le retribuían con mercadería.
Robertito estaba consciente que sufría un sindrome que afectaba su cerebro y que este no funcionaba bien; hoy puedo asegurar que padecía Sindrome Down; y como reconocía que su cerebro tenía un problema quería ganar la Polla Gol para viajar hasta Santiago a operarse.
También en una oportunidad del año 1978 me confidenció que su mayor anhelo era; aparte de operarse, instalar una emisora que pudiera transmitir en todo el territorio nacional.
Le hice ver que no era posible dada la tecnología existente y que una vez llegada la señal hasta su límite establecido no podría extenderse mas...entonces me quedó mirando y me dijo: Pero, Pancho se coloca otra antena que lleve el sonido (señal) hasta otra antena y así... quedé asombrado por la idea ya que era algo totalmente desconocido hasta ese momento.
Meses mas tarde cuando llegué a Santiago las emisoras en Frecuencia Modulada estaban naciendo y la calidad de sonido estaba quitando audiencia a las de Amplitud Modulada.
Alrededor de 10 o 15 años mas tarde estas emisoras comenzaron a extender de forma directa sus transmisiones por todos el país; y su método fue precisamente el que Robertito me dijo que quería instalar en Cañete; las antenas repetidoras.
Con la visión de la vida que me dan los años he llegado a pensar que hay seres celestiales con una inteligencia tan grande y superior que Dios los envía a la Tierra con algún Sindrome para que no desafíen las leyes y el orden que rigen el Universo que fueron establecidas por El en el nacimiento de los tiempos.
Grande Robertito y su inteligencia divina.
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