Recordamos una columna de Francisco Flores Olave para rememorar a un
formador de muchas generaciones de alumnos que cruzan cinco décadas
(fines de los 60 a los años posteriores al 2.000) de la historia de
nuestra gloriosa ESCUELA 1. Sé de los muchos recuerdos que se vendrán a
nuestras mentes al recordar a nuestro profesor que no solo nos enseñaba a
leer y la historia, sino a enfrentar la vida. VALENTÍN ROCHA MOLINA,
Q.E.P.D.
ESCRIBIÓ FRANCISCO FLORES EL 2/4/2007:
Y así pasaron un par de meses del año 1966, del curso tercer año "B"
en que estuvimos sin profesor de planta; hasta que un día, llegó un
joven moreno, bajo, muy serio, le gustaba pasearse con las manos tomadas
por detrás; nos miró fijamente a cada uno como estudiándonos; nosotros a
él también ; y nos dijo : "me llamo Valentín Rocha Molina y desde ahora
soy su profesor; las cosas a mí me gustan claritas , al revés y al
derecho; igual que las tablas, al revés y al derecho".
Y entonces el señor Rocha comenzó a…
… explicarnos su sistema de trabajo, y lo que quería lograr con
nosotros; además de eso, comenzó a pedir que cada uno pusiera su mayor
esfuerzo para que lo planificado pudiera salir adelante.
No tengo que decir que varios nos asustamos con él, porque a simple vista todo se veía muy difícil y pedregoso.
En matemáticas, modificó el uso de algunos términos hasta entonces
conocidos, como por ejemplo; ya no diríamos "entero" a una cantidad,
sino "unidad" y con eso lograríamos una comprensión más global de la
cantidad a trabajar, por ejemplo.
Pero en realidad, es poco lo que quiero referirme en este relato a
las fórmulas de trabajo que traía el Señor Rocha en aquel momento; más
bien me quiero referir a cómo se fue dando una amistad, diría de
complicidad con nuestro profesor.
Poco a poco en la misma medida que nos fue exigiendo responsabilidad
en nuestro estudio, nos fue dando libertad y confianza para poder
resolver problemas y situaciones de manera conjunta y diciendo las cosas
claras; como a él le gustaban.
Para los trabajos de comprensión de lectura, teníamos tres
alternativas; quedarnos en la sala, ir al patio de la escuela o bien
irnos a la "loma Sánchez" y escuchar su relato apasionado y con toda la
puntuación marcada, de tal manera que nos parecía estar viviendo la
historia.
Para las clases de historia nos íbamos al Fuerte Tucapel; (muy
diferente de lo que es ahora) a hacer "estudios en terreno"; por lo que
podíamos desde nuestro propio punto de vista sacar nuestras
conclusiones; las que discutíamos en la sala en trabajos de grupos.
(Sacamos varias conclusiones que perfectamente podríamos discutir hoy
con los estudiosos del tema)
Sus clases de Educación Cívica eran notables y han sido inolvidables
para mí; aprendimos el objetivo de la política dentro del desarrollo de
la sociedad; cómo debía ser nuestro comportamiento ciudadano respecto de
las leyes del país; el respeto al derecho ajeno y la paz que trae
consigo; en fin, nos enseñó a ser personas responsables y respetuosas,
sobre todo de las opiniones e ideas de los demás. ¿Se enseña eso hoy?
Viendo los últimos desmanes, la destrucción a la propiedad pública y
privada, agresiones a carabineros, quienes representan el orden
institucional del país; a una Jueza de la República sin motivo alguno,
todo ello causado por quienes deben paladines de la defensa del estado
de derecho, es decir los estudiantes; estoy seguro que no.
Anécdotas con él existen muchas, cientos de partidos de baby-fútbol
en el gimnasio donde no se discriminaba a nadie porque los equipos se
armaban siguiendo el listado de alumnos del curso; al primer gol salía
el equipo perdedor y venía el otro, allí fui "descubierto" como arquero.
Los arreglos a toda diferencia entre alumnos, se lograban con una
reunión boxeril; y esto eliminaba toda controversia al problema y traía
la paz después del abrazo que el señor Rocha hacía darse a los
contendientes.
Muchas historias existen en mi memoria con el señor Rocha, como
aquella cuando ponía nota de canto; y yo le cantaba una ranchera de la
revolución mexicana, llamada Valentín de la Sierra , y me colocaba un 7 por ello, escuchenla acá:
Recuerdo dos oportunidades en que nos hizo ver que el respeto a las personas en toda circunstancia era importante.
• Estábamos en la sala de clases preparándonos para hacer gimnasia y
al sacarnos la ropa nos dimos cuenta que Fernando Muñoz Herrera, quién
era el más grande en estatura del curso, pues era más grande en TODO ,
por lo que nos comenzamos a reír del "burrito", hasta que nos sorprendió
el señor Rocha. Demás está decir la reprimenda que nos dió.
• En otra oportunidad Roberto Saavedra dijo algo en contra de las
mujeres, y que además había algunas "fieronas" (feas). No hizo más que
escucharlo el señor Rocha para darnos un sermón que debíamos respetar a
las mujeres porque empezando nuestra madre y hermanas eran mujeres.
En el año 1969 hubo un concurso de canto y recitación en la escuela, y
para el efecto seleccionó el Poema 20 de Pablo Neruda; ahora, ¿quién
recitaba? No era problema porque el señor Rocha tenía algo especial; era
democrático, así que siguiendo el listado fuimos pasando uno por uno a
recitar el poema todo el curso, y por votación de nosotros mismos se fué
haciendo la eliminatoria; al final quedamos en competencia Fernando
Rifo y Yo; dos vueltas más para decidir quién iría al concurso.
Con todo el nerviosismo correspondiente estábamos adelante mientras
nuestros compañeros iban votando en voz alta, ¡Flores! , ¡Rifo!,
¡Flores!, ¡Rifo! y así hasta que se produjo el temido empate quedando
Mario Sandoval Rifo ( hoy Sargento de Carabineros en Cañete) con la
ingrata tarea de decidir el asunto ; se produjo un silencio total
"auspiciado" por el señor Rocha para que Sandoval respirara y gritara:
¡¡Flores!!. El concurso final lo ganó Víctor Herrera.
En otra oportunidad y en un arranque de furia conmigo me agarró de la
"pechera" y en un movimiento brusco me rompió la camisa (sin intención
por supuesto, situación a la cual no le di ninguna importancia), hecho
que causó que se pusiera pálido de preocupación; y luego bien complicado
me pidió que viniera a las tres de la tarde a la biblioteca donde me
esperaría; una vez allí, en una ceremonia privada y pidiendo las
disculpas correspondientes me entregó un paquete con ¡¡ 4 camisas
suyas!! Las que mi mamá tuvo que achicar un poco, sin que ella supiera
por qué me las había dado el profesor; porque yo soy discreto.
En el año 1970 entramos a 7mo año y debido a la Reforma Educacional
del Presidente Eduardo Frei Montalva, se hizo necesario homologar las
edades por lo que en el curso "A" quedamos los del año 57 y 58 (los
menores) ; en el "B" los dos años anteriores , y en el "C" los mayores.
Además hubo un cambio mayor pues tendríamos un profesor por cada
asignatura, pero el señor Rocha además de ser el Profesor-jefe, lo sería
de Historia; y con él recorrimos toda la Mesopotamia , la pirámides de
Egipto, por qué y cómo surgieron los Faraones y conocimos todos los
secretos y formas de vida de los pueblos antiguos.
Inolvidable para mí es el paseo de despedida del año escolar, y de la
escuela también, en el año 1971 a Playa Blanca en el Lago Lanalhue;
allí como gallina con pollos estaba preocupado de cada uno de nosotros y
de que nos cuidáramos al entrar al agua; nos recomendó hasta el
cansancio que tuviéramos cuidado con los calambres; hasta que en un
momento dado los que estábamos un poco más lejos nos percatamos que un
grupo de jóvenes y otras personas traían a alguien que había sufrido un
calambre; adivinen quién : el señor Rocha , y allí estuvimos todos
rodeándolo, preocupados por él y su estado de salud, hasta que se
repuso; porque mucho le queríamos, era como nuestro papá.
En el año 2006 a través del portal Huellas Digitales (ver en foto de
ese portal junto al concejal Jorge Maldonado, también alumno de Valentín
Rocha) me enteré de la jubilación de mi querido profesor Rocha, también
de sus palabras de que "si volviera a nacer, elegiría ser profesor"; y
con toda seguridad si ello ocurriera, yo volvería a ser su alumno. Por
supuesto aquello me produjo una tremenda nostalgia de todo lo vivido; no
en vano han pasado 40 años desde que llegó y nos dijo: Me llamo
Valentín Rocha Molina y soy su profesor…
Gracias señor Rocha; puede preguntarme lo que quiera, no he olvidado sus enseñanzas.
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