Hace pocos
días visitó la ciudad una delegación de la ciudad de Lirquén y con quienes tuve
la ocasión de compartir algunos minutos en el Parque Nahuelbuta, con la grata
sorpresa de que la profesora a cargo había sido alumna de básica en la Escuela
Buena Esperanza en Curanilahue y habíamos compartido cuando ella era una
infante de Primer ciclo en el curso de la colega Iris Torres. Obviamente una de
las visitas de esta embajada fue el Fuerte Tucapel y jugaron largamente en el
mencionado árbol.
A ellos se
les contó la misma y consabida historia; sin embargo, ¿cuál es la realidad al
respecto?
Me cuenta
don Jaime Sperberg (cuyo apellido me trae a la memoria a don Pablo Sperberg,
paciente y amable comerciante que tuvo una librería y otros productos en la
esquina de calles Covadonga y Villagrán en los años 60 del siglo pasado y dónde
concurría muy seguido a comprar mis materiales, siendo alumno de la Escuela
Leoncio Araneda Figueroa o también a mi amigo Reinaldo Sperberg con quien
conversé muchas veces de religión y otros temas, durante el año pasado), que en
los años 40 vivía en Cañete un gran personaje, abogado de profesión,
historiador e investigador de afición, muy querido y apreciado en el pueblo.
Venía de una antigua familia, la familia Morales.
El
mencionado era don Virgilio Morales Vivanco, quien Nació en Lebu, el 2 de octubre de
1876. Hijo de Pedro María Morales y de María Antonia Vivanco. Casado en
Santiago, el 4 de julio de 1939, con Emilia Mardones Peña, matrimonio del cual
nació sus hijos Virgilio y Silvia.
Don
Virgilio, llegó a Cañete siendo niño e Inició sus estudios en la ciudad
histórica, luego, en el Liceo de Hombres de Concepción, siguiendo un curso de
Leyes en el mismo liceo, y más tarde, en el Seminario de Concepción.
Posteriormente, estudió Leyes en la Universidad de Chile. Juró como abogado el
9 marzo de 1899. Su tesis se tituló “Estudio sobre la capacidad civil de la
mujer”, y la aprobó el día 6 de mayo de 1899.
El caso es
que Virgilio (hijo) fue amigo de don Jaime Sperberg, lo que le permitió conocer
la verdadera historia, casi de primera fuente.
Me cuenta “Volviendo
al Boldo, sucedió que a Cañete llegó una comitiva gubernamental para conocer el
Fuerte Tucapel y el encargado de atenderlos fue don Virgilio, quien les mostró
el lugar, que en esos años era solamente un esbozo de foso de protección, sin
nada que hiciere siquiera pensar en un fuerte. Uno de los visitantes le
pregunta a Don Virgilio si había ahí algo importante, la pronta respuesta fue
que bajo ese boldo que veían había perdido la vida Pedro de Valdivia. Esa
respuesta que bien él sabía era un mito, la dio para que esa Comisión hablara
en favor de otorgar los fondos para restaurar el fuerte”.
Lo
importante es que allí partió todo al conseguirse los fondos y más aún que esta
historia fue apoyada por una publicación en la revista Zigzag, que acompañaba a
la delegación y que se ilustró con una foto del famoso boldo.
En
referencia a don Virgilio Morales Vivanco, otro gran olvidado por la historia,
en la ciudad histórica, su trabajo no terminó ahí ya que fue el
"descubridor" de las piedras de Elicura con escrituras cuneiformes. Pero
esta es otra historia con la que quizás nos apoye en una fecha posterior don
Jaime Sperberg.
Historia de
don Virgilio Morales Vivanco
En lo
personal, escuché muchas veces el nombre de este personaje histórico de
nacimiento lebulense; pero de adopción y por trayectoria cañetino, en casa de
mis abuelos paternos que sentían una gran admiración por él y era permanente
motivo de conversación por el trabajo realizado en la comuna.
En lo
personal, la historia indica que en Cañete, desarrolló actividades relacionadas
con su profesión de abogado hasta 1960, fecha en que se trasladó a vivir a
Santiago. También se dedicó a la agricultura, explotando algunas propiedades
ubicadas en la zona de Cañete, y a la minería en las zonas de Arauco y
Curacautín donde era dueño de minerales de oro.
Fue promotor
fiscal de Cañete, durante 5 años, desde el 12 de junio de 1906, y fue suplente
de La Victoria, siendo separado de su cargo en Cañete por decreto N° 401, del
29 de marzo de 1922. Además, fue Ministro de Tierras y Colonización de la Junta
de Gobierno de la República Socialista, desde el 16 de junio al 8 de julio de
1932; ejerció el mismo cargo durante el Gobierno Provisional de Bartolomé
Blanche, ejerciendo desde el 14 de Septiembre al 3 de octubre de 1932. Jubiló
el 8 de Noviembre de 1943.
Militó en el
Partido Demócrata; más tarde perteneció a la fracción Democrática del mismo
partido, siendo su presidente en 1929.
Fue Diputado
por la 18ª circunscripción departamental de Arauco, Lebu y Cañete, entre los
años 1926 a 1930. Participó en las Comisiones de Gobierno Interior y de
Agricultura y Colonización.
Posteriormente
fue elegido Senador en representación de la Unión Socialista, por la 8ª
agrupación provincial de Bío Bío y Cautín, entre los años 1933 a 1941. Como
Senador integró las Comisiones de Constitución, Legislación y Justicia, y
Policía Interior.
Luego fue
reelecto por la 18ª agrupación Departamental de Lebu, Arauco y Cañete en el
periodo de 1953 a 1957. En esta etapa formó parte de las Comisiones de
Constitución, Legislación y Justicia y de Policía Interior y Reglamento.
En forma
paralela, se destacó como articulista en los diarios El Sur de Concepción y El
Mercurio de Santiago y colaboró en la prensa en temas políticos, económicos y
sociales.
Fue autor
del libro "Arauco Legendario y Origen de los Pueblos Precolombinos de
América" y de la “Ley sobre Constitución de la Propiedad Austral”. Por su conocimiento
de la lengua Mapuche colaboró en traducciones de leyendas en versos. Su interés
por la arqueología lo llevó a desarrollar investigaciones arqueológicas y al
descubrimiento, como ya indicamos, de piedras con signos cuneiformes en el
Valle de Elicura, las que se encuentran en el Museo de Cañete. En el ámbito
deportivo, fundó el primer Centro Deportivo Juvenil de Cañete.
Murió a los
86 años en Peñaflor el 5 de agosto de 1963 tras sufrir un ataque al corazón,
dejándonos como herencia su gran labor, desconocida para muchos, en la
actualidad, y esa leyenda que “a los pies del milenario boldo sucumbió el
conquistador Pedro de Valdivia”.
Su hermano
Finalmente,
no puedo dejar de mencionar que su hermano Pedro Antonio Morales Vivanco, también
tuvo una activa vida política y fue electo Diputado por la 18º agrupación
departamental de Arauco y Cañete, para el período de 1933 a 1937. Integró la
Comisión de Educación Pública. Casado con María Villagrán tuvo 5 hijos: Pedro,
María Antonia, Ministra de la Corte Suprema (2004), Rosario, Teresa y Reynaldo.
Fue militante del Partido Democrático del Pueblo.
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