
Tal como dije la semana pasada; Javier Carrillo respondió al desafío de Don Eduardo Sáez y nos ha entregado sus vivencias prácticamente desde niño, en donde nos ha hablado de sus padres, sus proyectos, sueños y anhelos; y en esta oportunidad nos entrega su experiencia del “choque cultural” que provoca enfrentarse a una idiosincrasia totalmente diferente; allí donde el “espíritu de supervivencia” está alerta en todo el sentido de la palabra, y nos prepara para enfrentar con nuestras mejores armas eso invisible que se llama FUTURO.
Estimados lectores; he aquí la segunda parte de esta apasionante y emotiva historia:
Le cuento más; Don Francisco, ya una vez llegado a Melbourne en septiembre de 1988; me dediqué a estudiar inglés durante 6 meses con un grupo de jóvenes que estaban en situaciones similares; recién llegados y más perdidos que nunca, no entendíamos nada.